El domingo anterior al miércoles de ceniza es el día que queda en manos de los txikis, los más pequeños del pueblo. Una tradición que se inició en el año 1982. Aparte de ser un día exclusivo para que los más pequeños puedan disfrutar sin miedo a que nadie se interponga entre ellos, también es una manera de que aprendan las tradiciones y vayan cogiendo soltura. 

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Hemos podido contemplar con nuestros propios ojos lo mucho que lo disfrutan los txikis disfrazándose y saliendo a pegar con sus escobas a los visitantes que vienen a disfrutar. Todos aspiran a crecer para poder llegar a participar en el carnaval en el que están todos los mayores. 

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Podéis ver muchas más imágenes en nuestro instagram, pero aquí tenéis algunas de las fotos que pudimos tomar ese día. 

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