Me adentré en esta aventura con el fin de aprender, tanto en el ámbito del cine como en el de la cultura española. Como productora lo pude vivir desde muy cerca, ha sido muy emocionante y a su vez de mucho descubrimiento.

Descubrí los carnavales de Lantz cuando mi madre nos puso a mi hermano y a mí el documental de los hermanos Caro Baroja. Aquella cinta que vi con seis años me marcó mucho. Mi sueño era conocerlos y grabarlos con mi cámara. 

Cuando nos propusieron desde la Universidad realizar un documental, no dudé para nada en hacerlo sobre Lantz y su gente. Tras haberlos conocido siendo tan pequeña y que mi abuela materna fuera de ese valle, de la Ultzamaldea, siempre ha hecho que sintiera un especial cariño por su gente y sus tradiciones. 

Mi madre, junto a su familia, solía ir a Lantz a comprar queso. Todos, en casa, guardamos buenos recuerdos.

Grabar este documental ha hecho que, de alguna manera, se reaviven esos recuerdos y que los pueda transmitir con lo que veía a través del visor de la cámara. 

Me llamo María, alumna internacional de Polonia. Este proyecto me ha ayudado a conocer más sobre la cultura de otro pueblo, muy diferente al lugar de donde vengo. Siento que es importante apreciar cómo se vive el carnaval y esta experiencia me ha gustado mucho por la alegría de la gente, los colores, las vestimentas y sobre todo, el sentido de unión que mostraban.